Inundaciones: Soluciones basadas en la naturaleza e infraestructuras: un enfoque de ciudades esponja


05.12.2024

Las lluvias torrenciales asociadas a las Depresiones Aisladas en Niveles Altos (DANA) se han intensificado en frecuencia y severidad en las últimas décadas debido al cambio climático, representando un desafío significativo para muchas ciudades del mundo e incluidos los municipios de la Comunidad Valenciana. Estas precipitaciones extremas, combinadas con la urbanización intensiva y la pérdida de suelos permeables, incrementan la vulnerabilidad de las ciudades ante inundaciones.

Históricamente, las ciudades desarrolladas han luchado contra el agua. Se han construido grandes muros, impermeabilizado el suelo y diseñado infraestructura de bombeo para desplazar el excedente. En 1953 los Países Bajos sufrieron una inundación tan destructiva que en 1987 habían levantado el Oosterscheldekering, un dique de 8 kilómetros entre las islas de Schouwen-Duiveland y Noord-Beveland, considerado la primera barrera contra inundaciones del mundo.

Según un informe de la Mediterranean Experts on Climate and Environmental Change (MedECC), "500 millones de habitantes deberán adaptarse a unos cambios casi inevitables". Se estima que para 2100 el Mediterráneo habrá subido un metro y la temperatura cerca de cuatro grados. Informes científicos lo corroboran. Las calzas para elevar los edificios se quedan cortas ante la crecida del Mediterráneo. Valencia (España), Cesme (Grecia) o Mersin (Turquía) son algunas de las ciudades amenazadas por el ascenso del Mediterráneo. ¿Podemos adaptar las ciudades a la nueva crisis?. Para abordar este problema, las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SbN) y las infraestructuras duras deben integrarse en un modelo de resiliencia urbana, como el de las "ciudades esponja", que prioriza la absorción, retención y liberación gradual del agua pluvial, permitiendo convivir con el agua reduciendo su velocidad, ayudando a distribuirla y filtrarla.


Ciudades esponjas

Las ciudades esponja son un modelo urbanístico que busca maximizar la capacidad del entorno construido para gestionar las lluvias intensas de fenómenos como riadas, monzones, crecidas, inundaciones u otras manifestaciones acuáticas. 

Las ciudades esponjas fueron propuestas por el arquitecto Dr. Kongjian Yu en 2000, testadas durante esa década, adoptadas en 2014 por el gobierno Chino y exportadas poco a poco a muchas ciudades fuera del pais, tales como Berlin, Beira, Yacarta, etc.bChina se ha marcado el objetivo de que en 2030 el 80% de sus áreas urbanas absorban el 70% del agua.

Los entornos urbanos de prácticamente todo el planeta han seguido el modelo urbanístico de los países desarrollados de mediados del siglo XX. Esto es, ciudades centradas en el coche e impermeables al agua, construidas con hormigón y asfalto. Estos materiales no permiten el drenaje del agua y favorecen la acumulación de esta, además de incrementar el efecto 'isla de calor'. 




Este enfoque combina infraestructura verde (parques inundables, techos verdes y humedales artificiales, etc.) con medidas duras (canalizaciones, tanques de tormenta a ras de suelo para almacenar aguas y sistemas de drenaje subterráneo, etc.) para efectos de mitigar y controlar el agua de lluvia.

Soluciones basadas en la naturaleza para municipios valencianos

Restauración y protección de ecosistemas naturales

Restauración de Ecosistemas Fluviales (ríos, barrancos, ramplas, etc.). Recuperar y proteger los cauces naturales mediante la revegetación y la ampliación de las llanuras de inundación puede desacelerar el flujo del agua y reducir la presión sobre áreas urbanizadas.
Reforestación: La recuperación de áreas forestales en cuencas hidrográficas contribuye a la infiltración del agua y minimiza el escurrimiento superficial.
Humedales urbanos: Reactivar humedales costeros y del interior, lo que ayuda a almacenar agua temporalmente, disminuyendo el riesgo de desbordamientos.
Infraestructura verde en áreas urbanas

Parques inundables: Estos espacios, diseñados para almacenar agua temporalmente durante tormentas, son efectivos para reducir la escorrentía y limitar el impacto en áreas urbanas. Estos espacios, además de mitigar inundaciones, mejoran la biodiversidad y la calidad del aire.. 
Techos y muros verdes: Promover techos verdes en edificios públicos y privados reduce la escorrentía al captar y retener parte del agua pluvial.
Pavimentos permeables: Sustituir asfaltos convencionales por materiales permeables en aceras, aparcamientos y plazas disminuye el escurrimiento y facilita la recarga de acuíferos.
Gestión descentralizada del agua
Jardines de lluvia y áreas de biorretención: Instalación de pequeñas áreas ajardinadas capaces de capturar y filtrar agua de lluvia, especialmente útiles en comunidades de baja, permitiendo purificar el agua de escorrentía antes de liberarla gradualmente al subsuelo. 
Depósitos pluviales domésticos: Incentivar la instalación de sistemas de recogida de agua en viviendas y edificios comerciales para reducir la carga sobre el sistema de drenaje.

Infraestructuras duras complementarias

Tanques de tormenta subterráneos: Grandes depósitos bajo las ciudades para almacenar excedentes de agua y liberarlos de forma controlada al sistema fluvial.
Canales y túneles de drenaje mejorados: Modernizar los sistemas de evacuación para aumentar su capacidad y resistencia ante lluvias extremas.
Diques y barreras móviles: Sistemas de protección en áreas críticas para evitar desbordamientos en zonas bajas.
Presas de Laminación
Actúan aguas arriba de las ciudades, reduciendo los caudales máximos durante tormentas y protegiendo las zonas urbanas bajas. Estas infraestructuras son esenciales en áreas con ríos que atraviesan zonas residenciales 

Casos internacionales de éxito

Rotterdam, Países Bajos

Rotterdam ha liderado la implementación de estrategias de ciudad esponja con proyectos como Water Squares, plazas multifuncionales que se convierten en áreas de retención de agua durante lluvias intensas. Además, el uso de techos verdes y sistemas de almacenamiento subterráneo ha transformado la gestión hídrica urbana.





Singapur

En Singapur, el programa Active, Beautiful, Clean Waters (ABC Waters) integra soluciones naturales y tecnológicas en canales y ríos urbanos. Ejemplos destacados incluyen humedales artificiales y el embalse Marina Barrage, que regula el flujo de agua y protege contra inundaciones.



Copenhague, Dinamarca

Tras sufrir graves inundaciones en 2011, Copenhague implementó su Cloudburst Management Plan, que combina tanques de tormenta, parques inundables y calles diseñadas como canales temporales. Este modelo reduce daños materiales y protege infraestructuras críticas para reducir inundaciones severas en áreas densamente pobladas​.



Seúl, Corea del Sur

La restauración del río Cheonggyecheon es un ejemplo emblemático de integración de SbN con infraestructura dura. Este proyecto ha revitalizado un antiguo canal cubierto, creando un espacio urbano resiliente que gestiona inundaciones y mejora la calidad de vida.



Melbourne, Australia

Melbourne ha avanzado en la implementación de Water Sensitive Urban Design (WSUD), que prioriza la captación y reutilización del agua pluvial a través de pavimentos permeables, biorretención y humedales. Estos sistemas mejoran la sostenibilidad hídrica y mitigan inundaciones.



Beira, Mozambique

Por su ubicación en una zona con miras al océano y parcialmente rodeada por el río Pungwe, Beira es una de las ciudades africanas que más podría beneficiarse de transformar su urbanismo. En 2019 el ciclón Idai casi destruye la ciudad. En lugar de diques, la metrópoli se apoya en manglares, parques y arroyos para frenar el agua, convirtiéndose así en una "ciudad esponja". 

Wuhan, China

Con más de 40 proyectos de ciudad esponja, Wuhan emplea parques inundables y humedales urbanos para absorber hasta el 85% de las precipitaciones anuales​.



Nueva York, EE. UU.

Los jardines de lluvia y techos verdes en los distritos más vulnerables han reducido significativamente el volumen de aguas pluviales que alcanzan el alcantarillado​.



Tokio, Japón

Con un sistema subterráneo masivo para el almacenamiento de agua, Tokio evita la inundación de zonas críticas durante tifones y lluvias torrenciales​.



Casos nacionales de éxito

Parque Inundable de la Marjal Playa de San Juan, Alicante

La Marjal en un perfecto retenedor de aguas pluviales con el que mitigar los efectos de las lluvias torrenciales que afectan cada año a la provincia alicantina (hasta 45.000 m3 de agua). El caudal recogido por los colectores de este parque urbano se deriva a la estación depuradora de aguas residuales de Monte Orgegia para su depuración, y parte de ella es reutilizada con fines de riego de zonas verdes.  Al mismo tiempo cumple como área recreativa para el ocio y esparcimiento de los ciudadanos, dotándolo de unas características formales y paisajísticas singulares y diferentes al resto de zonas verdes circundantes



Plataforma Central Iberum. Illescas, Toledo

Polígono industrial en el que las SbN se han utilizado para resolver los diferentes retos ambientales que un desarrollo urbanístico plantea. Las SbN se han integrado desde una perspectiva paisajística que engloba la multifuncionalidad de los espacios de intervención: gestión integral del agua de pluviales desde un enfoque ecológico, incorporando el almacenamiento del agua a través de humedales integrados en el paisaje que son aprovechados por la fauna local (avifauna, anfibios, artrópodos, pequeños mamíferos), conformándose como nuevos ecosistemas acuáticos, a la vez que sirven como elementos para el conocimiento y recreo de los usuarios del parque. Empleo de especies nativas locales para la restauración ecológica de ecosistemas acuáticos y terrestres que en la zona de la Sagra se han visto fuertemente relegados por la actividad agrícola milenaria. Un fuerte compromiso con los agricultores locales a través del mantenimiento de áreas de cultivo tradicional de olivar y cereal de secano, así como desarrollo de actividades de comunicación, educación ambiental, concienciación e involucramiento de la población local y trabajadores de la zona mediante diferentes actividades. 



Aplicación en municipios valencianos

En el contexto valenciano, estas estrategias son esenciales para minimizar el impacto de las inundaciones, proteger infraestructuras críticas y salvaguardar a las comunidades. Por lo cual, su grado de éxito dependerá de saber adaptar estas experiencias a la realidad climática, social y económica:

Integrar planes de acción climática: Desarrollar estrategias específicas para cada municipio con un enfoque en la participación ciudadana y la colaboración intermunicipal.
Zonificación y ordenación territorial: Identificar áreas de mayor riesgo para implementar soluciones prioritarias, como zonas de expansión controlada del agua.
Financiación y colaboración público-privada: Incentivar la inversión en infraestructura resiliente mediante fondos europeos (como los NextGenerationEU) y alianzas con empresas tecnológicas y constructoras.
Capacitación y sensibilización: Formar a profesionales y a la ciudadanía sobre las ventajas de las ciudades esponja, promoviendo su aceptación y correcta implementación.

Retos y recomendaciones
Desafíos técnicos y políticos: Coordinar múltiples niveles administrativos y superar resistencias a cambios en el uso del suelo requiere liderazgo y visión a largo plazo.
Monitoreo y mantenimiento: Garantizar el correcto funcionamiento de las SbN e infraestructuras duras mediante programas de seguimiento periódico.
Adaptación climática continua: Incorporar proyecciones climáticas para ajustar las estrategias según las condiciones futuras.

En resumen

La transformación de los municipios valencianos en ciudades esponja es clave para abordar las consecuencias de la DANA en el contexto del cambio climático. Combinando soluciones basadas en la naturaleza con infraestructuras duras, es posible construir comunidades más resilientes, reducir los impactos de las inundaciones y mejorar la calidad de vida urbana. Inspirarse en casos internacionales exitosos y adaptarlos a las particularidades locales puede servir como hoja de ruta para lograr una resiliencia hídrica sostenible.

Comentarios