Muro amenazante

Información 29/10/2008
El Verger
La constructora del nuevo muro del río vigila la obra tras ceder seis centímetros
Los operarios pondrán rocas en el subsuelo para fijar los cimientos en el cauce del Girona muy cerca del lugar donde estaba el puente que se demolió
V. X. C. R.

Las obras en el cauce del Girona siguen a un buen ritmo pese a la crecida del río y de las fuertes precipitaciones de las últimas semanas. Con las palas en el lecho fluvial y en los márgenes, la Conselleria de Infraestructuras intenta concluir los trabajos de encauzamiento para proceder después a la construcción del nuevo puente de l'Almàssera. En los últimos días un tramo del nuevo muro se ha movido cerca del lugar donde estaba el puente que se demolió hace dos semanas. En principio la pared de más de diez metros de altura se ha inclinado apenas seis centímetros hacia las aguas en un pequeño tramo, en el resto las medidas se sitúan en los 3,5 cm.

Operarios de la empresa constructora vigilan que las juntas de dilatación no se muevan más. Si se alcanzaran los diez centímetros de inclinación habría motivos para preocuparse, pero de momento, según fuentes consultadas, el movimiento se puede controlar.

Para fijar definitivamente la tierra que contiene el muro la solución pasa por colocar rocas en su interior para frenar un posible movimiento de la zapata, que habría generado el ligero corrimiento. Ayer, los obreros pusieron yeso en las juntas de las paredes para saber si se agrava la inclinación. De agrietarse en los próximos días se certificaría que la base del muro no esta fijada del todo. Por otra parte se han realizado diferentes catas para comprobar el resto de materiales que se han utilizado para el muro, así como el estado del hierro que se ha usado. Durante estos días está visible una gran zanja de varios metros de diametro y profundidad junto a las barandillas del muro y en la que se podrían depositar las piedras que ejercerían presión sobre la base para frenar el movimiento. Los trabajos, sin embargo no están exentos de polémica por la época en la que se están ejecutando. El río baja con un caudal que va de lado a lado lo que ha provocado que las obras sean más dificultosas. Entre El Verger y el camino que va hacia els Poblets se están utilizando bombas de agua para desviar el curso del río con el objetivo de poder apuntalar con seguridad las grandes rocas que se están instalando en los márgenes. En este sentido el nuevo puente se iniciará cuando las condiciones meteorológicas sean mejores.
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