Instituto Geológico y minero de España - 2003
De la Orden, J.A. et al. 2003.
Experiencias de recarga artificial de acuíferos realizadas por el IGME en acuíferos detríticos.
Boletín Geológico y Minero, 114 (2): 203-212
ISSN: 0366-0176 203
Introducción
Los resultados obtenidos en las experiencias de recarga artificial realizadas en España, donde la mayor parte de los dispositivos de infiltración tan solo han funcionado a lo largo de uno o varios años con diferente duración del período de recarga, son esperanzadores. No obstante, es preciso seguir profundizando en los condicionantes técnicos y económicos que precisa esta técnica, así como en el número y distribución de los acuíferos susceptibles de acoger experiencias de recarga.
Experiencias de recarga artificial de acuíferos realizadas por el IGME en acuíferos detríticos
J.A. de la Orden, J.A. López-Geta y J.M. Murillo
Instituto Geológico y Minero de España. C/ Ríos Rosas, 23. 28003 Madrid (España)
E-mails: ja.delaorden@igme.es - lopez.geta@igme.es - jm.murillo@igme.es
RESUMEN
Este trabajo describe las principales experiencias de recarga artificial realizadas hasta la fecha por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) en acuíferos detríticos. En algunas de estas experiencias los dispositivos de infiltración tan solo han funcionado a lo largo de uno o varios años con diferente duración del período de recarga. En otras, en cambio, como las denominadas “Vergel-Els Poblets” y “Guadix”, el período de funcionamiento se ha extendido a lo largo de casi una década. En general, los resultados obtenidos pueden calificarse como esperanzadores para un futuro desarrollo de esta técnica, si bien hay que reconocer que muchas de las experiencias que aquí se presentan se han vsisto sometidas a condicionantes tanto de tipo técnico como no técnico. Entre estos últimos cabe citar factores como la disponibilidad y precio del suelo, aspectos legales, condicionantes socioeconómicos o aptitud favorable de las entidades gestoras del agua en España. Los condicionantes técnicos, por su parte, se refieren el hecho de la necesidad de disponer de estudios previos sobre la disponibilidad de excedentes hídricos para la recarga, tanto en cantidad como en calidad, así como sobre la aptitud del acuífero para ser receptor de agua procedente de fuentes externas. Los resultados más satisfactorios se han obtenido en las experiencias realizadas con agua resiudal bruta, ya que en ellas, no se ha detectado contaminación en el agua subterránea procedente del agua de recarga.
También se hace referencia al programa de actuaciones que se tiene previsto realizar en materia de recarga artificial a nivel de Estado español.
Recarga artificial en el acuífero Plana de Gandía- Denia, sector Vergel-Els Poblets. (Alicante)
El acuífero Plana de Gandía-Denia (sector Vergel-Els Poblets) está formado por materiales Pliocuaternarios (gravas y arenas) de permeabilidad variable y 27 m de espesor medio.
La zona presenta una demanda hídrica importante (regadío de cítricos y abastecimiento de los núcleos urbanos que se asientan sobre el acuífero) que, casi en su totalidad se suministra a partir de recursos subterráneos.
El régimen pluviométrico de esta zona se encuantra asociado a fenómenos de gota fría (lluvias puntuales y torrenciales), por lo que origina una escorrentía superficial que se pierde con rapidez en el mar y no puede ser regulada mediante obras hidráulicas de superficie a causa de la topografía llana de la zona.
En la actualidad, se está produciendo en este acuífero, especialmente en los años secos, una extracción por bombeo superior a los recursos del acuífero. Este sobrebombeo origina, a su vez, dos problemas:
el primero es la sobreexplotación en sí misma, con el consiguiente descenso de los niveles piezométricos, y el segundo es el avance de la cuña salina desde el borde del mar, lo que provoca la salinización de las captaciones más próximas a la costa, inutilizando sus aguas para cualquier uso e induciendo su abandono.
Un problema adicional que tiene el acuífero es la contaminación generalizada debido a las prácticas agrícolas.
La recarga artificial del acuífero de la Plana de Gandía-Denia comenzó a realizarse por iniciativa de los agricultores de la zona en diciembre de 1985. El objeto de la misma fue aprovechar los excedentes hídricos, procedentes de una galería de drenaje del acuífero, no utilizados en los regadíos del término municipal de Els Poblets. La recarga artificial se realizó mediante un pozo con dos galerías horizontales en profundidad. El volumen medio infiltrado anualmente
mediante este método supera ligeramente los 400000 m3.
Actualmente la recarga artificial se realiza a través de dos redes operacionales diferentes (Figura 2) (De la Orden et al., 2000 a). La primera de ellas es la comentada en el párrafo anterior, y la segunda red, toma el agua de un azud situado en el río Girona, unos 200 m aguas arriba del punto donde se localiza la galería de drenaje, que está conectado a una red de tuberías que transportan el agua hasta la zona regable, donde es distribuida. Cuando existen excedentes,
éstos se conducen, mediante una tubería de fibrocemento de 300 mm de diámetro, hasta tres pozos abiertos de 1 m de diámetro y galerías horizontales en profundidad, en los cuales se introducen por gravedad.
El agua de recarga presenta una facies bicarbonatada cálcica, con un contenido en nitratos de 35 mg/l, en sulfatos de 84 mg/l, en cloruros de 54 mg/l, y en sodio, de 30 mg/l, sin presencia de contaminación orgánica significativa, y con una conductividad de 750 mS/cm. Todos estos valores indican un índice de calidad superior al del agua almacenada en el acuífero.
El análisis de la experiencia de recarga desde el año 1985 hasta la actualidad ha puesto de manifiesto la idoneidad de este tipo de instalación de infiltración para la recarga artificial, ya que no se ha observado merma aparente de la potencialidad del pozo, expresada mediante su tasa de infiltración o caudal específico.
La razón más probable de este favorable comportamiento debe buscarse en el hecho de que los caudales medios introducidos en los pozos de recarga, estimados en un orden de magnitud cercano a 35 l/s, está por debajo de la capacidad nominal de los pozos, que según los ensayos de bombeo previos, puede llegar hasta los 100 l/s. Lo que sí se ha observado es una colmatación importante del pozo, que ha perdido, en todos los años que dura la recarga, aproximadamente 11 metros de altura como consecuencia de la deposición de los sólidos en suspensión que lleva el agua de recarga.
En cuanto al efecto que produce la recarga artificial en el acuífero, el reducido espesor saturado del mismo, unido a unas características identificadas por una alta permeabilidad, origina que la velocidad de circulación del agua subterránea a través del medio poroso sea elevada. Esta gran rapidez de circulación incide negativamente sobre la eficiencia de la recarga artificial. A este respecto, el modelo matemático de flujo del acuífero realizado muestra que, con independencia del caudal que se recargue, únicamente el 20% del mismo queda almacenado en el acuífero para ser aprovechado con posterioridad; el resto circula subterráneamente hasta descargarse en el mar(De la Orden el at., 2000 b). Un aspecto a resaltar de la experiencia es que los costes que supone la operación de recarga artificial son relativamente pequeños, ya que se trata de aprovechar instalaciones ya existentes, que precisan unas reducidas inversiones en nuevas obras de construcción. En este sentido se ha calculado que el precio del agua recargada que se pone en almacenamiento en el acuífero es de 0,01 - 0,02 €/m3.
http://www.igme.es/internet/Serv_Publicaciones/boletin/114_2_2003/ARTICULO%206.pdf
domingo, 11 de enero de 2009
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