Levante 13/10/2009
La huella de la riada tras dos años
La catástrofe de 2007 en la Marina no ha frenado la construcción junto a los ríos y barrancos La plataforma Riu Girona reclama planes de emergencia, la creación de aliviaderos y la plantación de especies de ribera para frenar las avenidas
V. X. C./A. P. F. DÉNIA
Tal día como hoy de hace dos años, la comarca despertó con un nudo en la garganta. Los vecinos del Verger, els Poblets y Beniarbeig se afanaban en retirar el fango que anegaba sus casas. Mientras tanto, en Calp, media ciudad, precisamente la más turística, la de las torres de apartamentos, estaba cubierta por el agua. Las lluvias torrenciales (las precipitaciones medias en la comarca fueron de 358 litros por metro cuadrado en 24 horas) provocaron que los barrancos y los ríos Girona y Gorgos se desbordaran con violencia. En el Verger, en la calle Divina Aurora, la más castigada por la riada y donde numerosas casas tuvieron que ser declaradas en ruina, murió una anciana atrapada en su casa. Además, 634 familias de Beniarbeig, els Poblets, el Verger (los tres municipios de la cuenca del Girona), Calp y Orba perdieron desde sus viviendas hasta la mayor parte de sus enseres.
De aquella catástrofe, pese a las inversiones millonarias realizadas por el Consell y el Gobierno central en ayudas y obras, todavía queda una huella muy profunda. Las infraestructuras creadas en los ríos para mejorar su capacidad de evacuación funcionaron bien hace unas semanas, en un episodio de gota fría que descargó una media de 200 l/m2. Sin embargo, sí que se inundaron urbanizaciones y carreteras turísticas sin sistemas de drenaje. Además, la riada no ha frenado la construcción de nuevas promociones de viviendas a escasos metros del Girona en Beniarbeig y els Poblets y, junto al río Alberca, en Dénia.
Antes de las inundaciones, ya se levantaron junto a los ríos algunas de las infraestructuras más importantes de la comarca. En Xàbia, a escasos metros del Gorgos, está la planta desalinizadora. La última crecida de este río se llevó por delante hace dos semanas en este municipio un camino y 50 metros de tubería de suministro de agua.
Desde que aconteciera la riada, la plataforma Ciutadana Riu Girona viene realizando un informe anual sobre las necesidades del río y el cumplimiento de los compromisos por parte de las administraciones. En el documento presentado el mes pasado el colectivo vecinal denunció que a lo largo de estos años algunas de sus cartas dirigidas a la Generalitat y la Confederación Hidrográfica del Júcar "no se contestaron, otras se contestaron de forma no vinculante o evasiva y siempre, prácticamente en todos los casos, las autoridades les procuraron maniobras justificativas tanto de las actuaciones razonables como de las no aceptables y, finalmente y lo que es peor, de los pocos compromisos que se adquirieron, ninguno se cumplió completamente". La plataforma denuncia que las actuaciones en el cauce del río desde las inundaciones "se han llevado a cabo con un hermetismo informativo más que notable, y sin control conocido por esta plataforma, a pesar de los compromisos que nosotros considerábamos adquiridos".
De cara al futuro la plataforma reclama una reforestación inmediata de toda la cuenca con especies de ribera autóctonas, para frenar el volumen de crecida del cauce. Una revisión de los períodos de retorno para las grandes avenidas y también una revisión de los modelos de previsión meterológica. También se exige la paralización de las obras de extracción de gravas del río para regenerar playas de Dénia y Xàbia y la creación de aliviaderos en barrancos o subcauces históricos que ahora están cerrados.
martes, 13 de octubre de 2009
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