Más embalses: ¿La solución?
En España existen ya más de 1.200 grandes embalses e, indudablemente, la construcción de muchos de ellos ha sido esencial para controlar inundaciones, aprovechar el agua para energía hidráulica, o suministrar agua para usos domésticos, de riego e industriales. Sin embargo, al mismo tiempo, ha causado también importantes impactos sociales y ambientales, provocando la fragmentación de nuestros ríos y alterando de manera insostenible su funcionamiento.
A pesar de que España es el país con más presas per cápita del mundo, se siguen reclamando más embalses y más trasvases, perpetuando en el enfoque de incremento de la oferta de agua sin que haya una mejora real en la gestión de los recursos ya disponibles.
PROPUESTA DEL PHN
El Plan Hidrológico Nacional (PHN) prevé la construcción de otros 118 embalses, muchos de los cuales carecen de viabilidad ambiental, económica y técnica. Por ejemplo, el embalse de Melonares, en la cuenca del Guadalquivir, va a tener un impacto ambiental tan elevado que las medidas “correctoras” o “compensatorias” de dicho impacto van a costar más que la misma construcción del embalse. En la cuenca del Guadiana, el embalse de Alcolea, que afectará a importantes zonas protegidas, almacenará aguas tóxicas que servirán para incrementar en 15,000 hectáreas la superficie regada existente.
En la misma óptica de incremento de la disponibilidad de agua, se construyeron varios transvases intercuenca (ej. el trasvase Tajo-Segura) y se están construyendo nuevos trasvases (Júcar-Vinalopó y Tajo-La Mancha). Sin embargo, los problemas de funcionamiento del Acueducto Tajo-Segura (ej. nunca se llegó a transvasar la cantidad planeada por falta de recursos en el Tajo y causó un incremento desmesurado de la demanda en al zona receptora) han demostrado que la transferencia de agua de una cuenca a otra, además de basarse en la falsa premisa de que hay cuencas “excedentarias”, contribuye a agudizar los problemas de “déficits estructurales” en lugar de solucionarlos.
Postura de WWF
Según WWF es necesario que la Administración de Aguas busque soluciones a la creciente demanda de agua en un mejor y más eficaz control de los recursos disponibles. A la vez es necesario que las administraciones competentes en materia de uso del suelo (agricultura y urbanismo sobre todo) hagan una planificación estratégica y racional de los usos actuales, abandonando la idea de que “hay agua para todos”.
http://www.wwf.es/que_hacemos/agua_y_agricultura/problemas/embalses_y_trasvases/index.cfm
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