Gestión del agua en la Marina Alta

Las Provincias 11/06/2009
La comarca vierte al año al mar el agua que serviría para regar 20.000 hanegadas
En los últimos 18 años ha habido propuestas para canalizar los excedentes pero no se han hecho por falta de dinero y por la orografía
C.PASTOR DÉNIA
La Marina Alta, una de las comarca de la Comunitat Valenciana donde más llueve, junto con la Safor, carece de un embalse donde almacenar el agua para después destinarla a otros usos como el riego de campos.
De hecho, cada año, según comentó el que fuera diputado responsable del Consorcio de Aguas de la Marina Alta, José Ferrando, se vierten al mar entre 20 y 30 millones de metros cúbicos, es decir, el agua que se necesitaría anualmente para regar unas 20.000 hanegadas de campos de cultivo.
Estos datos denotan la mala gestión que se ha hecho de los recursos hídricos existentes en la Marina Alta, que junto con los de la cuenca del Xúquer, son las más excedentarias de la Comunitat.
De hecho a lo largo de los últimos 18 años ha habido varias propuestas para aprovechar los excedentes de agua y evitar que acabasen en el mar, pero, ninguna de ellas se ha llevado a cabo, bien por falta de presupuesto, la orografía del terreno o por las competencias entre la Marina Alta y la Baja.
Incluso, como apuntó Juan Roselló, diputado del Ciclo Hídrico del Agua, «por las complicaciones a la hora de otorgar la autorización por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ)».
Lo cierto es que el único embalse que existe en la comarca es la presa de Isbert, en Vall de Laguar, que, según la Comunidad de Usuarios del Girona, no tiene capacidad de almacenar recursos hídricos, porque está repleta de grietas y llena de fangos, tan sólo sirve de contención para recargar los acuíferos de la cuenca.
La falta de un depósito de almacenaje de agua procedente de la lluvia no ha pasado desapercibida para ninguna administración, pero, hasta la fecha, poco o nada se ha hecho por solucionar este asunto.
Es más, como ejemplo, en la noche del 11 al 12 de octubre de 2007, cuando se registraron más de 400 litros de lluvia en los municipios del interior de la comarca, el Girona canalizó hasta el mar el mar mil metros cúbicos por segundo.
Una de las propuestas o ideas, barajadas en 1991, según recordó Ferrando, fue la de hacer una pequeña presa en el puente de Ondara, instalar un equipo de bombeo para impulsar el agua hasta las embalses de la Marina Baja como el Amadorio y Guadalest. Para ello, había que colocar una tubería desde Ondara hasta el Mascarat y allí ya hacer la conexión con la red que va a las presas de la comarca vecina.
También se intentó comprar entre 200 y 300 hanegadas de terreno para construir una macropresa artificial en Benidoleig, pero, al final se paralizó la iniciativa al fallar la compra de los terrenos necesarios donde levantar el embalse.
Otros agricultores defendieron y defienden que la solución estaba en la utilización de los pozos que existen en la Vall de Gallinera, pues tan sólo habría que proceder a la instalación de la conducción necesaria, pero, en este caso, entran en juego mucho intereses particulares, apuntaron.
En el año 2002, el diputado del Ciclo Hídrico del Agua, Juan Roselló, presentó un ambicioso proyecto para instalar un sistema de diques en los barrancos de la comarca con el fin de evitar que el agua de lluvia acabase en el mar y de esta forma poder cargar los acuíferos. De todos los que había previsto, «tan sólo se hicieron dos, uno en Castell de Castells y otro en Benigembla».
El motivo de porqué no se construyeron más fue la falta de financiación y las características propias del terreno, recordó.
http://www.lasprovincias.es/valencia/20090611/marina/comarca-vierte-agua-serviria-20090611.html