ABC 12/10/2009
Una riada de 72 millones de euros
Este fin de semana luce el sol en la Marina Alta alicantina; nada que ver con la dramática mañana del 12 de octubre de 2007. Se cumplen dos años de las Inundaciones.
POR D. MARTÍNEZ FOTOS J. C. SOLER ALICANTE.
Este fin de semana luce el sol en la Marina Alta alicantina; nada que ver con la dramática mañana del 12 de octubre de 2007. Se cumplen dos años de las inundaciones registradas en la Marina Alta de Alicante, una riada que se cobró una vida y dejó sin hogar a cientos de afectados, al desbordarse los ríos que surcan la comarca e inundar calles y casas. Los trabajos posteriores, destinados tanto a obras de prevención de inundaciones como a reparar los daños causados por la riada, han costado al Consell más de 72 millones de euros, según los datos recabados por la Conselleria de Gobernación. La mayor parte del gasto corrió a cuenta de las consellerias de Medio Ambiente (35 millones de euros) e Infraestructuras (18 millones). Pero lo cierto es que los efectos de la tromba de agua forzaron a coordinarse a la mitad de los departamentos del Ejecutivo valenciano, con las ayudas a los afectados de Bienestar Social como prioridad. Estas ayudas ascendieron a un total de 3,2 millones de euros, y se concedieron a través de dos decretos. 634 familias El primer decreto se publicó por la Conselleria de Economía el 19 de octubre, una semana después de la riada. Sólo cinco días después, los afectados de Beniarbeig, El Verger y Els Poblets disponían ya del dinero. La línea de ayudas se amplió con un segundo decreto, el 26 de octubre, que amplió el número de beneficiarios en los citados municipios, además de Calpe y Orba. En total, fueron 634 familias las que accedieron a las citadas ayudas.
«El agua se llevó el ganado»
La segunda prioridad del Consell se centró en la vivienda. No en vano, varios cientos de familias habían visto cómo sus inmuebles se convertían en inhabitables en cuestión de horas. El IVVSA destinó 3,8 millones de euros a derribos de viviendas en mal estado, proyectos de edificación, rehabilitación y pago del realojo de los afectados. Uno de tantos afectados por la tromba de agua fue el alcalde de Callosa de Sarriá, Batiste Saval. El munícipe recuerda que en su casa había «ochenta centímetros de agua», que tuvo de desalojar por sus propios medios. La tromba no sólo dañó su vivienda: le originó daños por más de 80.000 euros -«catorce millones de pesetas»- en su explotación ganadera. «Cuando llegué a la finca, vi cómo el agua se llevaba la nevera, cabras y ovejas». Se inundaron los corrales, y «murieron un centenar de conejos». «Afortundamente en Callosa no hubo heridos ni muertos», recuerda.
En otros municipios, como El Verger o Beniarbeig, no corrieron tanta «suerte». Junto a los daños materiales, también hubo víctimas. Los más de 300 litros por metro cuadrado que desbordaron el río Girona se llevaron por delante la vida de una anciana y el puente de Beniarbeig, junto con cientos de viviendas.
Atención preferente
El conseller de Gobernación, Serafín Castellano, ultima un decreto para priorizar a las víctimas de una situación de emergencia a la hora de recibir ayudas del Consell. Así, aquellas personas que hayan sufrido daños como consecuencia de una catástrofe serán consideradas «colectivos de atención preferente» para la recepción de cualquier convocatoria de ayuda o subvención de la Generalitat.
lunes, 12 de octubre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario