jueves, 15 de octubre de 2009

Los interrogantes del Proyecto para Gallinera

Sabor Guía 15/10/2009
La canalización del Gallinera: ¿solución a las inundaciones o problema para Oliva?
Las obras de canalización del Gallinera ya han comenzado en Oliva.
El objetivo de estos trabajos no es otro que evitar la inundación de la carretera N-332 a su paso por Pego, con sus consiguientes cortes al tráfico, y el desbordamiento del barranco de Alfadalí, que anega habitualmente el núcleo urbano de Oliva. En mayo de este año se licitaron las obras, por valor de 35,2 millones de euros, que supondrán la mejora del drenaje de la cuenca del Gallinera. Sin embargo, algunos vecinos del término de Oliva no tienen tan claro que el proyecto, tal y como está planteado, sirva para acabar con las inundaciones. Más bien al contrario, consideran que la situación podría empeorar.
Maria Casinos_15/10/2009
Un proyecto tan ambicioso como necesario es el que está llevando a cabo el Ministerio de Medio Ambiente en la cuenca del río Gallinera. Las obras, que cuentan con un presupuesto de 35,2 millones de euros, tienen como objetivo principal acabar con las inundaciones que afectan a términos de la Safor y la Marina Alta. El encauzamiento y mejora del drenaje de la rambla de Gallinera evitará que el agua inunde la carretera de Pego, cerrándola al tránsito de vehículos, así como que se desborde el barranco Alfadalí, que anega el núcleo urbano de Oliva.
El proyecto se arrastra desde 1998 pero no salió a exposición pública hasta el año 2005. Tras cumplir los trámites necesarios, que suponen entre otras cosas la aprobación del estudio de impacto ambiental, las obras se licitaron en mayo de este año, con un presupuesto de 53,2 millones de euros.
La iniciativa, impulsada por la Confederación Hidrográfica del Júcar y ejecutada por la sociedad estatal Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), conllevará la construcción de una presa en Oliva, nuevas vías de canalización del río y encauzamientos, para paliar los efectos de las avenidas y permitir desaguar los excedentes. El proyecto contempla encauzar parcialmente y acondicionar el cauce de la Rambla Gallinera hasta aguas abajo de su cruce con la carretera N-332.
Además, se creará una presa que permita laminar, sin verter por aliviadero, avenidas de hasta cincuenta años de periodo de retorno, aliviando por sus desagües de fondo caudales que no superen la capacidad de evacuación de la Rambla Gallinera en el tramo encauzado hasta cruzar la carretera N-332. Estas actuaciones se completan con una transferencia del río Alfadalí a la rambla Gallinera.
Además, se incluyen una serie de actuaciones con objeto de favorecer el drenaje y reincorporación de caudales en caso de avenidas extraordinarias, disminuyendo los tiempos de vaciado, en el Barranco Benirrama, en el Canal Este de Desagüe de la Rambla Gallinera y en el Barranco Alfadalí.
Estas obras afectan directamente a una población que ronda los 30.000 habitantes, que cada vez que llega el otoño miran al cielo expectantes, confiando en que las lluvias no sean demasiado intensas.
Sin embargo, pese a las buenas intenciones del proyecto, muchos de estos vecinos creen que las obras planteadas por la Confederación no harán sino agravar la situación de inundabilidad de la zona.
Así lo manifiesta el presidente de Esquerra Republicana en Oliva, Domingo Parra, cuya formación ya exigió en la legislatura pasada en el Congreso de los Diputados la anulación del proyecto, aunque sin éxito.
Parra considera que las obras "pueden hacer mucho daño", tanto por la entrada de agua salada en las reservas de los acuíferos del término de Oliva como por el aumento de la inundabilidad que, lejos de solucionarse, se verá agravada por la creación de aliviaderos en cauces de capacidad insuficiente. "Hemos expuesto el tema muchas veces pero no nos hacen caso, lo que no puede ser es que le echen la culpa a la gota fría, porque el proyecto no está bien hecho y por poco que llueva, siempre habrá problemas", señala el presidente de Esquerra de Oliva.
Parra se refirió concretamente al aliviadero proyectado entre la N-332 y el riuet del Bort, al que se le ha dado "un caudal de apenas un metro de altura cuando el Gallinera tiene entre cuatro y cinco metros".
Este canal se ha planteado como de desagüe hacia el mar, pero Parra recuerda que este tipo de proyectos siempre ha fracasado. "Resulta muy complicado desagüar hacia el mar debido a la playa de dunas de Oliva, siempre acaba entrando arena en el cauce y no cumple su cometido".
La solución aportada por Esquerra apunta a utilizar la Séquia del Vedat, "con terreno suficiente a ambos lados para acoger posibles crecidas del río".
Estudios completos
Desde el gobierno olivense no dan credibilidad a las manifestaciones de Esquerra Republicana. La concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Oliva, Amparo Tercero, manifestó que el Estado "no hace una inversión tan importante, que en total supone entre 50 y 60 millones de euros, si no tiene la certeza de que la situación va a mejorar, resulta ilógico pensar eso".
Tercero recordó que desde la Confederación Hidrográfica del Júcar se han realizado "completos estudios de inundabilidad con las condiciones actuales y con las obras de encauzamiento ya realizadas, y todas esas pruebas demuestran que la mejora es más que evidente".
La concejala también se refirió a las declaraciones realizadas hace unos días por el portavoz de Unió Valenciana en el Ayuntamiento, Pep Salazar, quien transmitió la inquietud de los vecinos afectados por las expropiaciones previas al inicio de las obras del Gallinera.
Salazar presentará al pleno una moción en la que pide que el Consistorio compense a los 390 propietarios afectados por la expropiación forzosa, que recibirán por sus propiedades un justiprecio que oscila entre 1 y 30 euros por metro cuadrado, "muy por debajo de las expectativas de los propietarios", dijo el edil de UV.
Ante esto, Tercero indicó que las expropiaciones no competen al Ayuntamiento de Oliva y recordó que quien no esté de acuerdo con el precio "dispone de todos los cauces legales para recurrir las condiciones de expropiación".
El día que se abrió el cielo
En la memoria de Oliva permanece grabada la fecha del 3 de noviembre de 1987. Ese día, de buena mañana, tanto el río Alfadalí como la rambla Gallinera, al sur de la Safor, iban muy crecidos, debido a las lluvias intensas en las sierras del interior del sur de Valencia y norte de Alicante. A las pocas horas, comenzó a llover en Oliva de forma torrencial. Muchos son los vecinos que aún recuerdan la fuerza con la que caía el agua y aseguran que no han vuelto a ver llover así.
El diluvio paró poco después de las 14 horas, pero siguió lloviendo hasta la madrugada del día siguiente. A las ocho de la mañana del día 4, en Oliva se habían alcanzado 817 litros por metro cuadrado, la mayor cantidad de precipitación registrada en España en el llamado día pluviométrico. Medio Ambiente confía en que las obras del Gallinera eviten que esta situación se repita.
http://www.saforguia.com/Noticias/Reportajes/tabid/65/titular/LA_CANALIZACI%C3%93N_DEL_GALLINERA_SOLUCI%C3%93N_A_LAS_INUNDACIONES_O_PROBLEMA_PARA_OLIVA/idnoticia/21580/Default.aspx

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