Jorge Olcina: El cambio climático

Las Provincias 08/11/2009
JORGE OLCINA «Hay que preparar el cambio climático»
PEDRO SORIANO | FOTO: ÁLEX DOMÍNGUEZ
Jorge Olcina (Alicante, 1966) nació un ocho de octubre y, según cuentan las crónicas, ese día se inundó Alicante con una fuerte tromba de agua que dejó a muchas familias sin hogar y pérdidas por valor de veinte millones de las antiguas pesetas. El ruido de la lluvia y las noticias sobre las inundaciones debieron de ser los primeros sonidos que escuchó Jorge, aunque no entendiera, nada más nacer y la luz de un cielo gris plomizo fue la primera que distinguieron sus ojos sin saber de que se trataba todo aquello. Así que estudió con los Salesianos y encaminó sus pasos a la facultad de Filosofía y Letras con la intención de estudiar Historia Antigua pero, en el tercer año, cambió de opinión, "comenzó a gustarme la climatología y me decanté, para la especialización en Geografía".
No solo eso sino que su tesis doctoral, dirigida por el profesor Antonio Gil Olcina lleva el sugestivo título de "Episodios meteorológicos y catastróficos en la provincia de Alicante en el s.XX", la tesis la defendió en 1993, "todavía se quedaron fuera las inundaciones del 97", le apunto yo. "En la Universidad de Alicante hemos tenido un maestro, Gil Olcina, y con él hemos aprendido varias generaciones", asegura que, en esta universidad es donde mejor se imparten las asignaturas de climatología. "
A finales de los años 80 las únicas salidas para la Geografía era dar clases, pero, en los 90 se produce el cambio y aparece la geografía aplicada", ahora se realizan estudios de impacto medioambiental para las obras públicas, informes en los planes de urbanismo, estudios sobre inundaciones y otras funciones que antes no existían.
Con el aumento del interés por el clima, y el cambio climático, "en el año 95 pusimos en marcha un Laboratorio de Climatología que al principio tuvo un origen básico pero que después se fue ampliando" a este laboratorio se han ido incorporando alumnos atraídos por estos temas. El laboratorio también suscita el interés de los medios de comunicación que, habitualmente, llaman a Jorge para conocer las previsiones o asuntos relacionados con el clima, "siempre he tenido claro que había que cumplir una función social y en el laboratorio ocurre lo mismo".
Y pasamos al tema de moda, el cambio climático, "hay que transmitir a la población mensajes claros y sencillos, sabemos que hay fenómenos que se están produciendo y que no son naturales y que algo está cambiando, sobre esto hay consenso", ahora esto no va a ocurrir de hoy para mañana, me viene a decir, pero hay que prepararse, afirma. "En la zona del Mediterráneo los cambios están sucediendo antes que en ningún sitio, nuestro clima es bonancible pero siempre ha funcionado a extremos y, esto mismo, es lo que se predice para el resto del mundo", es decir subida de las temperaturas, sequías alternadas con inundaciones, vendavales como los del pasado enero, etc.
Pero no hay que alarmarse, me explica, "hay que informar con rigor, una sociedad más informada estará más preparada para lo que venga, ahora se abusa del mensaje catastrófico". Y este es, fundamentalmente, el mensaje de Jorge, "transmitir con rigor y ser conscientes todos, especialmente los gobernantes, de que hay que comenzar con el proceso de forma responsable", me indica que una parte corresponde a las energías limpias y otra a cambios en el territorio, "en Holanda y Finlandia los planes de urbanismo ya dedican un apartado al cambio climático, en Alicante se realizaron las obras antirriadas pero faltan las zonas de Miriam Blasco, el Hoyo 18 y la Albufereta", hay que preparar el territorio, insiste. "La sociedad alicantina es consciente de los peligros que pueden llegar con el cambio del clima, se ha construido mucho en los últimos años y, a diferencia de la década de los 60 y 70, que se respetaba más el curso de la Naturaleza, a partir de los 80 actuamos de otra manera" y ahí debieron de comenzar muchos de los problemas actuales.
Olcina es un hombre optimista por naturaleza, se encuentra a gusto con su trabajo y la proyección que da el interés que suscitan los asuntos del "tiempo" y las cuestiones meteorológicas. Él lo toma como un servicio más, dentro de su trabajo, y además disfruta, que eso se nota.

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