22.07.10 - 02:20 - ZIGOR ALDAMA |
C hina está con el agua al cuello. La lluvia no cesa, y en el centro del país acecha el fantasma de las trágicas inundaciones de 1998, que dejaron más de 4.100 muertos y 18 millones de desplazados. Pero quienes viven en las márgenes del río Yangtsé no miran con temor al cielo, sino al monstruo que tanto les protege como podría acabar con su existencia en cuestión de segundos. La presa de las Tres Gargantas, el mayor proyecto hidrológico del planeta, fue diseñada para contener la furia del agua y transformarla en la electricidad que el Gran Dragón necesita para continuar con su imparable crecimiento. No se ahorraron recursos en su construcción, que ha heredado el superlativo propio de los faraones, pero toda obra humana tiene un límite. Y la gran barrera de la principal vía fluvial del gigante asiático está coqueteando esta semana con el suyo. El martes recibió hasta
A pesar de que las autoridades piden calma a la población y aseguran que el dique puede resistir hasta los
Los chinos no pueden olvidar la decena de pequeñas presas que ya han cedido a la fuerza del agua este año, y ayer el Gobierno anunció que hasta mil diques podrían derrumbarse. No el de las Tres Gargantas, por supuesto, pero la población quizá recuerde las 80 grietas que aparecieron en
Empiezan las evacuaciones
Al fin y al cabo, en China rara vez se conoce la verdad y, si el gigante de hormigón revienta, miles de pueblos podrían quedar sumergidos y las consecuencias humanas serían demoledoras. Para curarse en salud, ya que la lluvia no da todavía respiro y es necesario desembalsar continuamente hasta
Afortunadamente, el Gobierno asegura que todo está bajo control, aunque reconoce que la situación actual supone «el mayor reto al que se ha enfrentado la presa», que, a falta de la instalación de varios generadores eléctricos, está plenamente operativa desde finales de 2008. Eso sí, el tráfico fluvial está detenido en la parte alta de las Tres Gargantas, y no se volverá a la normalidad hasta que la presión descienda a
Sin duda, la presa de las Tres Gargantas es una maravilla de la ingeniería de dimensiones tan monstruosas que, al natural, ni siquiera impresiona. Salvo que se cuente con un medio aéreo, no hay forma de contemplarla en su totalidad, y sólo con un submarino se podrían ver los
Patrimonio sumergido
Ahí reside una de las principales polémicas de
Como sucede siempre en China, el Gobierno asegura que casi todos los afectados han recibido una compensación justa, y este periodista ha podido comprobar que muchos están satisfechos con sus nuevas viviendas, más cómodas y modernas que las antiguas casas de adobe. Pero no faltan las quejas. Corrupción, la desaparición misteriosa de millones de yuanes, y el uso de materiales de baja calidad en los nuevos edificios son denuncias constantes entre los desplazados, aunque pocos se atreven a ponerlas por escrito.
«Nada es perfecto», reconoce resignado uno de ellos, que prefiere mantener el anonimato. «Olvidamos muy fácilmente las condiciones en las que vivíamos antes. Creo que nuestra calidad de vida ha mejorado», concede, «aunque muchas de las promesas no se han cumplido, ni lo harán». Según la prensa local, hasta cuatro millones de personas más podrían recibir subvenciones para abandonar las zonas más cercanas a la presa si deciden reubicarse en la megaciudad de Chongqing, pero muchas prefieren amarrarse a su hogar que aventurarse a recibir un dinero que quizá nunca llegue.
El impacto medioambiental de la presa ha provocado también un agitado debate. Es evidente que la faraónica obra ha cambiado la geografía del lugar, pero también es cierto que se trata de la principal fuente de energía limpia del país. En total, las 32 turbinas del complejo hidroeléctrico son capaces de generar hasta 22.500 megavatios de potencia, equiparables a más de 10.000 aerogeneradores de gama estándar. A finales del año pasado, la producción de electricidad ya había sufragado un tercio de su presupuesto, que se estima en unos 22.000 millones de euros.
Claro que de poco les sirve el éxito económico del proyecto a quienes tienen que abandonar sus hogares, que amenazan ruina. Las inundaciones de este año están siendo especialmente severas: el número de muertos ronda los 700, las pérdidas económicas son muy superiores a las de años anteriores, y hasta medio millón de edificios podrían derrumbarse o quedar inhabitables. Más de cien millones de chinos están afectados de una forma u otra, y casi millón y medio de personas han tenido que ser ya desalojadas de once provincias del centro y del sur del país, el granero de China.
Como consecuencia, el precio de los alimentos comienza a sacar pecho, y el Gobierno teme la escasez del cereal debido a que miles de hectáreas de arrozales han quedado anegadas y el vegetal se pudre. Claro que, como apuntan los dirigentes del Partido Comunista, sin la presa de las Tres Gargantas la tragedia habría adquirido dimensiones colosales. Habrá que esperar para ver si el gigante resiste la media docena de tifones que todavía quedan por llegar este verano.
http://www.diariovasco.com/v/20100722/al-dia-sociedad/dragon-desborda-20100722.html
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