Las Provincias 15/04/2010 Más de medio centenar de localidades de Alicante pueden sufrir temblores de grado VII, el máximo previsible en España
ALMUDENA ESCRIVÁ aescrivá@lasprovincias.es | VALENCIA.
El suelo valenciano tiembla una media de una vez por semana. Es lo que indican los registros de movimientos sísmicos que sitúan a la Comunitat como una de las zonas con mayor riesgo de sufrir terremotos. Y además, los de mayor intensidad del país. Así lo confirma el Instituto Geográfico Nacional que incluye un total de 362 municipios en el listado con el que se confecciona el nuevo mapa español de peligrosidad sísmica. De todos ellos, 141 pertenecen a la provincia de Alicante y los 221 restantes, a la de Valencia.
La región está situada en un área de actividad sísmica moderada a escala mundial pero de relativa importancia en territorio español, un riesgo que va en aumento en las comarcas más al sur de la provincia de Alicante.
El Bajo Segura presenta la mayor peligrosidad. Es en esta comarca y sus áreas limítrofes, abarcando hasta 58 municipios, la que se encuentra en riesgo de sufrir terremotos de intensidad VII en la escala MSK. Es el valor máximo que, según los expertos, puede darse en toda la península. El resto podrían tener temblores de hasta grado VI.
Para medir la magnitud, es decir, la fuerza o energía liberada por los terremotos, se utiliza la escala Richter. Pero los daños producidos dependen de muchos otros factores, entre ellos, el tipo de terreno y la calidad de las construcciones.
Para cuantificar esos daños se recurre a la escala MSK (Medvedev-Sponheuer-Karnik), que abarca desde el grado I (solamente perceptible por los sismógrafos) hasta la XII (destrucción total).
En los movimientos de tierra de los grados VI y VII empiezan a producirse daños importantes y, en los casos más graves, son los que podrían afectar a las provincias valencianas. Sin embargo, los más habituales oscilan entre los puntos I y el III (perceptible por la población, pero sin consecuencias). En lo que va de año, la Unidad de Registro Sísmico de la Provincia de Alicante ha contabilizado 14 temblores de 1 y 2 grados según la tabla de Richter. El último fue el 24 de marzo, con epicentro en el Golfo de Valencia.
Estas cifras pueden parecer irrelevantes si se comparan con los grandes desastres que se han producido en los últimos meses en el mundo. Ayer mismo, la prefectura autónoma tibetana de Yushu, en China, sufrió un devastador temblor de 7,1 grados que acabó con la vida de 400 personas y dejó más de 10.000 heridos.
Esta noticia llega cuando la población mundial tiene en mente todavía los dramáticos acontecimientos ocurridos el 27 de febrero en Chile, donde se produjo el quinto terremoto más importante de la historia que alcanzó los 8,8 grados. Se cobró 500 vidas.
De menos intensidad (7 grados) fue el seísmo de Haití pero sus consecuencias fueron mucho mayores: 217.000 víctimas y 300.000 personas más que todavía hoy, tres meses después del suceso, siguen luchando por salvar su vida en un país completamente devastado.
Los movimientos notados en la Comunitat nunca han tenido esos resultados. El caso más dramático lo recuerdan perfectamente en Torrevieja y Almoradí. El año pasado se conmemoró el 180 aniversario del terremoto que provocó casi 400 muertos y dejó otros tantos heridos, además de afectar a casi 6.000 viviendas. La intensidad fue de 6,6 grados en la escala Richter.
Salvo esta excepción, el resto no suele sobrepasar los tres puntos. El año pasado se dieron más de 60 casos. En las comarcas del Vinalopó y Bajo Segura están más que acostumbrados a que el suelo vibre bajo los pies. Orihuela y todas las localidades de su alrededor (Callosa del Segura, Cox, Albatera, Crevillent, Algorfa, San Isidro o Dolores) ya han pasado varias veces por eso. Algunos incluso sacan en procesión a santos como San Emigdio para que les proteja.
Muchos recuerdan también lo que ocurrió el 10 de marzo de 2006 en Valencia. «Me acuerdo perfectamente de lo que sentí en aquel momento. Estaba en casa de una amiga, en un cuarto piso. Hablábamos tranquilamente y, de repente, el sofá empezó a moverse, los armarios, todo. No supimos reaccionar, nos quedamos paradas mirándonos y al cabo de un rato nos dimos cuenta de lo que había pasado. Entonces fue cuando nos entró el miedo», aseveró Elena Montaner. Como ella, miles de valencianos notaron un temblor de 4,5 grados que tuvo el epicentro en el Rincón de Ademuz.
El motivo de la gran actividad que experimenta la superficie del sur de la Comunitat es la cercanía al punto de confluencia de las placas africana y europea. «Toda la costa sur y este están dentro de la franja de afección. Es una línea perfecta que funciona como un eje que va presionando toda la Península y es donde se producen más terremotos», explicó el director de la red sísmica del IGN, Emilio Carreño. Hoy por hoy la ciencia no dispone de un sistema fiable para la predicción de terremotos; por lo tanto, la mejor medida de prevención y protección es la aplicación de medidas preventivas estructurales.
Normas de construcción
En España, para reducir los daños que puede provocar un terremoto en edificaciones en general e infraestructuras esenciales (hospitales, parques de bomberos, vías de comunicación, etc.), se aprobó la Norma de Construcción Sismorresistente. Establece unas normas de diseño, para garantizar la capacidad de las construcciones para resistir los efectos de los seísmos.
El nuevo mapa que está diseñando en IGN permitirá redefinir esas normas y actualizar el listado de los términos municipales que se encuentran en zona peligrosa. Dicha normativa será de obligado cumplimiento en todos los municipios que figuren en el listado.
Los expertos llevan meses trabajando en la elaboración del documento, que prevén esté completamente finalizado en 2011.
Una parte importante de la información se obtendrá del estudio de todos los temblores que se han registrado desde 2002, fecha en la que se elaboró el primer mapa de peligrosidad de España. También se tendrán en cuenta las investigaciones que se hayan realizado.
«Lo más probable es que no varíen demasiado los parámetros, pero no lo sabremos hasta que concluyamos todo el estudio», afirmó Carreño.
Aunque la predicción es muy inexacta, los expertos calculan un periodo de retorno de los temblores de 500 años, es decir, «la probabilidad de que en ese tiempo se produzca un nuevo terremoto», señaló el responsable del IGN. En función de ese parámetro, el nuevo mapa agrupará las zonas que tengan unas características tectónicas similares.
La detección temprana corre a cargo del Instituto Geográfico Nacional, que con su red de sismógrafos detecta al instante la magnitud de los terremotos, por leves que sean; estos datos son comunicados al Centro de Coordinación de Emergencias. También la Universidad de Alicante tiene su propia red provincial de sismógrafos.
La gravedad de los daños que un terremoto destructivo puede ocasionar obliga a las administraciones a prever servicios especiales en zonas no sísmicas, así como los mecanismos adecuados para una rápida aportación de ayuda exterior.
http://www.lasprovincias.es/v/20100415/comunitat/nuevo-mapa-sismico-situa-20100415.html
Granada Hoy 13/04/2010
Un seísmo milenario a 600 kilómetros bajo tierra hace temblar a Granada
El terremoto se sintió hasta en la costa atlántica de Cádiz · La provincia de Granada y parte de la de Málaga, junto con Murcia y Alicante, son las dos regiones de España con mayor riesgo de sufrir un temblor
Belén Rico / Granada | Actualizado 13.04.2010 - 09:24
Los devastadores seísmos de Haití y Chile han reavivado el miedo atávico a los temblores de tierra en cualquier punto del planeta. Y en Granada, con una historia relativamente reciente de fuertes terremotos, la preocupación se ha dejado sentir también con especial intensidad. Especialmente, si se produce un movimiento de tierra que se ha dejado sentir hasta en la costa atlántica de la provincia de Cádiz. El hecho es que forma parte de un fenómeno geofísico que se inició en la tierra hace millones de años y "está desvinculado de la actividad sísmica propia de la zona"
El seísmo se ha producido a 610 kilómetros de profundidad y, según el Instituto Geográfico, se habría sentido débilmente en Benalmádena, Málaga capital, Jerez, Jaén, Estepona, Cádiz capital y Fuengirola. Donde el terremoto se pudo notar con más fuerza fue en la provincia de Málaga, donde el 092 registró entre 15 y 20 llamadas de personas por motivo del seísmo.
"Casi todas eran de gente que vive en pisos de gran altura y que tenía miedo por las vibraciones, pero no ha habido daños" afirma un portavoz de la sala del 092 de Málaga, para quien las llamadas estaban motivadas por el actual clima de temor tras los terremotos ocurridos en Haití y Chile.
El temblor, de 4,8 grados en la escala de Richter, tuvo lugar a las 00.08 horas entre las localidades granadinas de Nigüelas y Lecrín, en la vertical del Valle de Lecrín, según los datos del Instituto Geográfico Nacional en un comunicado. Por su parte, el Instituto Andaluz de Geofísica señaló ayer que el seísmo, de "intensidad muy baja", casi "no se ha dejado sentir en Granada por su profundidad". El servicio de Protección civil de Dúrcal, situada a aproximadamente a un kilómetro del epicentro del seísmo, ni siquiera recibió ninguna llamada por el terremoto y desde la Subdelegación del Gobierno en Granada afirmaron que no hubo un aumento de llamadas de los ciudadanos a la Guardia Civil o a los servicios de emergencia.
Y, de hecho, la tierra en Granada se mueve continuamente. Aunque el nuevo Atlas de peligrosidad sísmica elaborado por el Instituto Geográfico Nacional (IGN) la sitúa como una de las zonas con más riesgo de España los expertos llaman a la calma e insisten en la importancia de las medidas de prevención.
El director del Instituto Andaluz de Geofísica, Jesús Ibáñez, explica que "en Granada hay probabilidad de que ocurra un tratamiento destructivo muy parecido al que ocurrió en L'Aquila, en Italia, el año pasado". Pese a que la construcción de edificios era mucho mejor que en Haití, esto no evitó que hubiese 294 muertos, 1.500 heridos y 50.000 personas perdieron su hogar. Por eso Ibáñez insiste la importancia de que se cumplan de forma escrupulosa las normas sismorresistentes.
Por eso, el Gobierno ha iniciado la elaboración de un nuevo mapa de peligrosidad sísmica cuya función es poner al día el conocimiento de los terremotos históricos para poder precisar que zonas tienen más riesgo de sufrir un seísmo. Este atlas servirá para determinar la normativa de construcción sismorresistente que tendrá que aplicarse en cada zona y también para la preparación de los planes de emergencia.
El Atlas de peligrosidad sísmica, que estará terminado a finales del año que viene, se actualizará con los datos de los terremotos ocurridos en los últimos años . El objetivo es dividir España en zonas de tectónica común y clasificarlas en función del riesgo de que sufran un terremoto cada 475 años (periodo de retorno).
Según el mapa actual de intensidad sísmica, que se confeccionó en 2002 y que puede verse en la página web del Instituto Geográfico Nacional, la provincia y parte de Málaga, junto con Murcia y Alicante, son las zonas de España que mayor riesgo tienen de padecer un terremoto clasificado de "dañino.
Este mapa, que mide la intensidad sísmica en función de la violencia con que se siente un seísmo en diversos puntos de la zona afectada, como daños en construcciones y objetos, califica como Sur de la Península Ibérica como de riesgo de sufrir un terremoto fuerte.