Información 01/11/2009Embalses en dique seco
CAUDALES PERDIDOS Un territorio tan escaso en recursos hídricos como la provincia de Alicante cuenta con la paradoja de tener cinco pantanos que en la actualidad no almacenan agua o cuyos caudales se terminan perdiendo Cinco pantanos de la provincia están sin uso cuando podrían embalsar agua POR ANTONIO TERUEL La reciente controversia acerca del estado de la presa del embalse de Amadorio ha devuelto a la luz pública la cuestión acerca de los sistemas de aprovechamiento de los recursos hídricos de la provincia y su eficiencia, pero no se trata de un tema nuevo. La limitada disponibilidad de agua en el territorio que hoy conforma la provincia de Alicante ha hecho que a lo largo de la historia hayan tratado de aprovecharse al máximo los recursos. Ya desde finales del siglo XVI, pequeños embalses retuvieron los exiguos caudales de los ríos alicantinos para almacenarlos y poder emplearlos para el riego. Estas presas desempeñaron con éxito su función durante mucho tiempo, pero en la actualidad han caído en el olvido.
Los cuatro embalses históricos de Tibi, Relleu, Elda y Elche, junto con el más moderno de Ísber, están en la actualidad totalmente abandonados o no prestan el servicio para el que fueron concebidos. Las causas son diversas, desde el simple desuso paulatino hasta la inutilidad por razones técnicas. Alguno de estos pantanos difícilmente podría recuperarse, al menos para su uso original, aunque otros sí ofrecen mejores condiciones para ello. En cualquier caso, se trata de un volumen conjunto de unos 6 hectómetros cúbicos que ahora mismo no se aprovecha.
El más grande y con mayores posibilidades de volver a tener utilidad es precisamente el más antiguo de estos embalses. La presa de Tibi, construida a instancias de los regantes de la huerta de Alicante en el curso del río Verde o Montnegre y finalizada en 1594, aún constituye a día de hoy un hito histórico, por ser una de las primeras de las llamadas "de gravedad". En ellas, el propio peso de la pared, de forma escalonada, sirve para retener las aguas. Con una capacidad inicial de 3,7 hectómetros cúbicos, ha regado de una forma casi ininterrumpida los cultivos de l'Alacantí durante cuatro siglos.
Aún en la actualidad, el propietario del embalse sigue siendo el Sindicato de Riegos de la Huerta de Alicante, con sede en Mutxamel. Sin embargo, la entidad apenas utiliza ya las aguas de Tibi, pese a que la presa está en buenas condiciones. El problema son los lodos que se han ido acumulando en el fondo del pantano, y que, además de reducir de forma notable su capacidad, impiden que los caudales tengan calidad suficiente para su uso. El presidente de los regantes, Álvaro Montón, incide en que "el agua que llega al embalse es buena, pero los fangos contienen elementos pesados y la contaminan". Hasta la construcción de las depuradoras de Ibi y Castalla, los vertidos de las industrias jugueteras llegaban directamente al pantano.
Así las cosas, el Sindicato de Riegos sólo recurre al embalse de Tibi en casos de extrema necesidad, para los cultivos de mayor resistencia. Sus aportes principales proceden ahora del trasvase Tajo-Segura y de la depuradora de Monte Orgegia. La entidad propietaria del pantano lleva tiempo solicitando el dragado del vaso para poder volver a utilizarlo, pero Montón lamenta que "hace falta mucho dinero y las administraciones no lo ponen". En esta lucha se ha implicado de una manera muy activa el Ayuntamiento de Tibi, ya que, aunque el municipio nunca se ha beneficiado directamente del agua embalsada, el pantano es una de sus mayores señas de identidad y constituye todo un orgullo para los vecinos.
La batalla ha dado su primer fruto, para la restauración del entorno paisajístico del embalse. Hace muy pocas fechas, el Sindicato de Riegos y el Ayuntamiento de Tibi se han reunido para ello con representantes de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y también prevén hacerlo en breve con la Generalitat. El Ministerio de Medio Ambiente ha consignado una partida de 1,5 millones de euros para la rehabilitación del área del pantano. El alcalde de Tibi, Jesús Ferrara, confía en que las obras puedan iniciarse a finales de 2010.
El Ayuntamiento ha contactado con empresas cementeras y de áridos, que estarían interesadas en hacerse cargo de los lodos una vez que se retiraran. Sin embargo, Ferrara admite que las dificultades técnicas y económicas para llevar a cabo el proyecto hacen que sólo se pueda pensar en ello para "largo plazo". Con todo, confía en que la regeneración del entorno ya sirva para "cambiar radicalmente el aspecto del pantano e impulsar el uso lúdico" y turístico que trata de incentivarse desde el consistorio.
Una situación prácticamente calcada a la de Tibi se da en Relleu, donde se levanta otro embalse histórico hoy en desuso. También aquí fueron regantes de otra localidad, en este caso de La Vila Joiosa, los que en 1653 solicitaron la construcción de una presa en una garganta del río Amadorio para retener sus aguas y utilizarlas para el cultivo. Este pantano supuso otra revolución en la ingeniería hidráulica, al ser el primero con la presa totalmente abovedada. Finalizado ya en el siglo XVIII, prestó servicio hasta 1957, cuando entró en funcionamiento el pantano de Amadorio, situado aguas abajo.
Su capacidad inicial era de sólo 0,6 hectómetros cúbicos y el depósito de sedimentos a lo largo del tiempo ha hecho que la presa esté casi aterrada. Pese a ello, el pantano aún almacena agua en épocas de grandes precipitaciones, como sucedió el año pasado. Este caudal se deja perder, ya que los regantes de La Vila Joiosa, que aún ostentan la titularidad, se sirven del embalse de Amadorio y de otros recursos. El gerente del Consorcio de Aguas de la Marina Baixa, Francisco Santiago, señala no obstante que existe un gran interés en "potenciar el valor patrimonial" de una infraestructura de suma "importancia histórica".
Para los vecinos de Relleu el pantano también es un símbolo y motivo de orgullo, pese a que nunca se han beneficiado directamente de sus aguas. El alcalde, Santiago Cantó, insiste en la voluntad de "no dejar que la presa se deteriore más, ahora que se puede salvar". El Ayuntamiento está "moviendo todos los resortes" posibles, y ya se ha conseguido, explica, el compromiso de la CHJ para la restauración medioambiental, aunque aspiran a mayores metas y lograr su dragado a largo plazo. "Las aguas tienen calidad para aprovecharse", insiste Cantó, lo que permitiría disponer de una pequeña reserva añadida de caudales en caso de necesidad.
El alcalde se felicita de haber recibido el apoyo de los municipios vecinos y de la Conselleria de Medio Ambiente en su empeño. El pantano está declarado como zona húmeda por la Generalitat, pero recalca además que la infraestructura "es un interés para la Marina Baixa y para toda la provincia" por su relevancia histórica.
Patrimonio único
Además del Montnegre y el Amadorio, también el Vinalopó, el río-rambla por excelencia del territorio alicantino, fue regulado en una fecha tan temprana como el siglo XVII. En la segunda mitad de esta centuria, los regantes de Elda y Elche promovieron la construcción de sendas presas para el almacenamiento y aprovechamiento de agua. Ambas son, junto con las de Tibi y Relleu, "monumentos hidráulicos singulares y de referencia en la historia universal", según afirma el catedrático de Geografía de la Universidad de Alicante (UA) Antonio Gil Olcina, ya que "sintetizan la evolución del progreso en estas técnicas" durante la Edad Moderna.
El experto alude así a la transición desde el "prototípico y sin parangón" pantano de Tibi, "símbolo de las presas de gravedad", hasta "la primera de bóveda" como es la de Relleu, pasando por la tipología intermedia que ofrece la de Elche. Por ello, Gil Olcina sostiene que estos tres embalses, el de Elda y los murcianos de Puentes y Valdeinfierno son "merecedores de ser Patrimonio de la Humanidad" y, a su juicio, "sorprende que las administraciones aún no hayan promovido esa declaración".
El catedrático hace hincapié en aspectos como que estos pantanos "se construyeron en ríos-ramblas" para optimizar unos recursos escasos, y "permitieron articular grandes espacios de regadío". Su importancia, recalca, "se pone de manifiesto" sólo con observar que "ninguna otra área tiene una ejecutoria hidráulica" tan antigua en España. Alude asimismo a la eficiencia de estas infraestructuras, ya que han funcionado casi hasta nuestros días -o incluso lo siguen haciendo- y sólo los aterramientos producidos por las avenidas las han inutilizado o han obligado a recrecerlas.
La acumulación de sedimentos es una causa de que también las presas de Elda y Elche estén fuera de uso, pero no la única. En los dos casos hay que añadir la escasez y mala calidad de las aguas. El Vinalopó apenas lleva caudal a su llegada al pantano de Elda, cuya compuerta permanece abierta desde hace ya algunas décadas. Las aguas limpias que nacen en Bocairent y Banyeres no llegan más allá de Beneixama, y si el cauce no está seco más abajo es porque recibe agua salina o residual. Los regantes eldenses, según comenta su presidente, José Luis Verdú, son todavía propietarios de este embalse, pero se nutren de pozos que la CHJ posee en Villena. El mínimo aporte que llega por el río serviría para regar cultivos arbóreos, pero dañaría a las hortalizas plantadas en la zona.
Las condiciones de salinidad, de una forma un tanto paradójica, han conferido al pantano de Elda una gran singularidad natural: la proliferación de arbustos de taray. Esta especie apenas crece en otros lugares de la Comunidad Valenciana, lo que ha hecho que desde la Generalitat y los Ayuntamientos de Elda y Petrer se promueva su declaración como Paraje Natural Municipal. Verdú añade que aparte del gran valor ambiental está el sentimental, por lo que los regantes apoyarán que se haga "lo que sea" para recuperar el entorno.
El pantano de Elche, finalizado en 1672, también se desestimó hace tiempo para su uso original de regar la huerta ilicitana. El portavoz de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, Ángel Urbina, argumenta que esas aguas sólo pueden emplearse ya para la "subsistencia" en determinados cultivos, así como para especies fuertes como las palmeras. Gran parte de los caudales que se utilizan ahora son "subterráneos, muy profundos, de mala calidad y caros", por lo que Urbina apela a la finalización del trasvase desde el Júcar para paliar la situación, "que tendría que haberse hecho hace 20 años". Eso no obsta para que, en cualquier caso, también se restaure el entorno ambiental de este embalse.
La CHJ ha realizado aquí una importante actuación de recuperación de las compuertas, con el objetivo de que haya una lámina permanente de agua. Tras una primera inversión de 365.000 euros y el llenado del pantano con éxito, un acto vandálico en noviembre del año pasado provocó que el vaso volviera a quedarse vacío. La Confederación ha aprobado ya los trabajos para reparar estos daños, y permitir la pervivencia del pantano de Elche como humedal.
UN fracaso con polémicaMuy distinto al de las cuatro presas históricas es el caso del embalse de Ísber -también llamado de Isbert-, situado en La Vall de Laguar, donde el río Girona aún se denomina Barranc de l'Infern. Se construyó en 1944, aprovechando una espectacular garganta, con una capacidad prevista de 0,8 hectómetros cúbicos. Pero se cometió el grave error de levantarla en un terreno calizo, donde el agua embalsada se filtra con gran rapidez. Por ello, nunca ha entrado en funcionamiento.Desde la administración se ha sugerido en diversas ocasiones una posible recuperación del embalse de Ísber. En 1995 se planteó elevar la presa de los 21 metros originales a 60. Esta idea siempre ha tenido un gran rechazo social en la Marina Alta, pero muy especialmente tras las dramáticas inundaciones de hace dos años. La Plataforma Ciutadana Riu Girona tacha la idea de "locura" en un reciente informe, aludiendo a la permeabilidad del terreno y los movimientos sísmicos de la zona. El temor a un desmoronamiento y a una riada mucho peor que la de octubre de 2007 contribuyen a que Ísber siga siendo un verdadero dique seco. http://www.diarioinformacion.com/dominical/2009/11/01/caudales-perdidos/946825.html